martes, 28 de julio de 2009

Extra, Extra

Estaba en la consulta del dentista y me tincó que yo era igualita que Mel Gibson en la pelicula "lo que piensan la mujeres" (o algo así), se preguntarán por qué ¿verdad?. Bien, verán a pesar de mi NO deseo de inmiscuirme en conversaciones ajenas, no pude evitar saber lo que hablaba la gente a mi alrededor y LO SUPE TODOOOOOOOO, esto podria deberse a:

A) Que el lugar es muy pequeño. Nooooo, podría andar en patines aquí, bueno si supiera andar en patines.

B) Que las personas hablan muy alto. Hummm, puede que Don Carlos Henriquez (le escuché hasta el nombre) quien según él mismo le indicara a su interlocutora ya pasó de la Tercera a la Cuarta edad, se da el gusto de hablar al volumen que quiere ¿no creen?

C) Que la FM me provee de poderes extra-extra-extra grandes para enterarme de todo lo que ocurre fuera de mi metro cuadrado.

Si fuera copuchenta la letra C seria rebuena y entretenida, pero No lo soy (al menos en exceso). Aunque debo reconocer que algunas afirmaciones de don Carlos sobre la muerte me dejaron literalmente muerta de la risa (pero en silencio, tampoco quiero dar la impresión de que estoy loca). Es que el abuelito era muyyyyy simpático, estuve a punto de pedirle que mejor él escribiera éste blog. Pero al fin, una voz on/off llamó, Don Carlos Henriquez box número 15...y hasta ahí me llegaron mis poderes Extra ORDINARIOS.

Cuando caía en un profundo letargo de puro "aburria" porque ya me estaba gustando ésto de escuchar a los demás, me llaman a mi, me sacaron un montón de radiografías sólo para descubrir un pequeño detalle en la pieza Nº 13 buuuuuuuhhhh y pa' ésto dos horas??? menos mal que entre radiografías y radiografías llegó el Rafael Conejeros; así es que enseguida que nos pusimos a parlotear desde nuestros viajes a Aguas Calientes con mi mamá y sus abuelos, hasta que esta un poco enojado con su hermano gemelo, y entonces me di cuenta de que habian varias orejas parabólicas apuntando hacia nosotros y ahi caí en cuenta de la mirada que le dedicó don Carlos a mis orejas antes de irse.

Después de todo, apenada razoné: no soy tan extrasensorial como pensaba.

3 comentarios:

  1. Jajaja definitivamente no eres tan extrasensorial, sólo copuchenta, pero no te culpo, a la mayoría nos pasa, lo peor de esto es cuando las personas dicen algo que da risa y por obligación hay que aguantarse la carcajada :-). Saludos, tu cuasi

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  2. Noeeeeeee, considerate cocinada y a fuego lento

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  3. Porqué cocinada a fuego lento???? Saludos

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Cuida tus palabras, me pueden doler