martes, 7 de julio de 2009

Los Tres


Algunos piensan que mi vida a sido un poco díficil. ¿pero saben? yo nací en una cuna cómoda...no acomodada...cómoda. Las sábanas las bordó de amor mi mamá y mi hermana, la madera la barnizó mi padre, mientras mis hermanos pintaban de rosa mi dormitorio, mi abuela tejió un vestido celeste con boina como un laurel para mi cabeza.
No me esperaban, ni siquiera me soñaban, después de diez años era díficil creer que alguien llegaría, pero Dios que es grande me regaló el privilegio de ser creada y de nacer al abrigo de una familia a la que le encantó la idea de tener una muñeca a quien amar, por algunos años fui muy feliz, después se enfermó mi papá y aquí mejor paro de contar porque hoy no quiero ponerme triste.
En resumen, diré que agradesco tanto amor, tanta preocupación y cariño.

Ahora que soy adulta todos se vuelcan con locura a mis hijos, para mi mamá sus hijos-nietos para mis hermanos sus nietos-sobrinos...es fantástico para ellos tener tantos abuelos dispuestos a hacer cosas increibles para verlos sonreir. La tia Rossy a tejido desde chales y zapatitos hasta chalecos con rombos de colores. El tio Arturo se divierte contándoles historias absolutamente irreales de como cuando viajó al Himalaya o galopó sobre panteras al lado de jirafas y elefantes (ni les cuento cuando entretenia a mis compañeras con sus historias de cuando fue Presidente de Filipinas ¿?). En cambio el tio Lalo cada vez que viene a casa se arrodilla hasta ellos para hacer masajes, muchos masajes..claro que después es él quien es masajeado, despeinado, mordido (de cariño), apretado y absolutamente correspondido a sus expresiones de cariño. De mis sobrinos, cuñado y cuñadas ni hablar, merecen mensión a parte.

Estos tres han sido francamente bendecidos con una familia grande y cariñosa igual que yo...que nací en una cuna cómoda, muy cómoda.

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