ESPERANZA ANDINA DE PEÑALOLEN
Venciendo
Estigmas
Corrían las días del año xxxxxx
, el llanto de unos niños y su madre bajo la lluvia logran que José Luis
Torres y algunos otros, se motiven a actuar y decidan dejar atrás la estrechez
agobiante, la falta de, privacidad,
agua, baños, luz y los complejos problemas familiares que la falta de casa
propia suelen acarrear.
Ochocientas familias se empoderan de sus vidas, su
presente y su futuro negándose a dejar de soñar y se organizan para realizar el
acto ilegal más significativo de sus vidas, tomarse un terreno de 14
hectáreas. Primero fueron carpas y el
miedo ante la inminente llegada de la
fuerza pública, pero hacen que sus niños hagan rondas y juegos alrededor, luego
las mujeres y finalmente los hombres para que Carabineros noten que su toma por
muy ilegal que sea , es y será pacífica.
Pronto sus carpas son reemplazadas por tristes casitas llamadas
mediaguas, pero estos dignos y esforzados pobladores están dispuestos a vencer
estigmas los que dicen que la pobreza es sinónimo de suciedad, de mal
comportamiento, de desorganización, hacinamiento, promiscuidad, de drogas,
alcoholismo y demases. Por lo contrario,
el campamento Esperanza Andina sienta sus bases en el rigor, la disciplina y la
organización. No hay ningún poblador que
no participe en forma activa en dignificar su toma, con extenuantes turnos de
trabajo urbanizan sus calles, logran a punta de esfuerzo hacer un jardín
infantil para que finalmente el 60% de las madres puedan trabajar, se hacen
ollas comunes y talleres con el afán de mantener la comunidad ocupada y
fortalecida.
Se conforma un directorio que controla el dinero que
cada familia tiene la obligación de aportar, se crea un cómite compuesto por
guardias con el fin de erradicar la violencia, drogas y alcoholismo. Son pobres y necesitan con urgencia la
solución a sus problemas, con su esfuerzo y tenacidad logran echar por tierra
mis prejuicios “los pobres esperan que todo se les dé”, pero no es el caso de
Esperanza Andina, ellos están concientes de que lo suyo es un acto ilegal y
saben que su principal problema es que
el terreno que están ocupando no es suyo, así es que todos sus esfuerzos se
concentran en un solo objetivo Comprar el terreno.
Camino a la
Esperanza
Años les tomó juntar los 800 millones que les pedía la
dueña del terreno, no sin antes haber cambiado varias veces los montos
solicitados, justo cuando los dirigentes creyeron que todo estaba cerrado
gracias a la promesa de venta, descubrieron
que nuevamente habían sido engañados y sus sueños e ilusiones parecieron
desvanecerse ¡qué fácil resulta reírse de la esperanza de varios cientos de
compatriotas!. Pronto José Luis inicia
una huelga de hambre, una acción desesperada que al cabo de algunos días lo
deja al borde de la muerte. A ésta
altura, después de 10 años de lucha es el propio Ministro de Hacienda de la
época quien intenta llegar a un acuerdo con la dueña del lugar, pero aún así
ella no está dispuesta a ceder, dar ni recibir.
Al parecer nada lograría hacerla cambiar de opinión
así es que en una acción desesperada se organizan para partir caminando a
Valparaíso al Congreso, 1200 hombres, mujeres y niños caminarían 116
kilómetros, así todo Chile vería a “ la extrema pobreza levantando una bandera
de dignidad”, la marcha nos mostró “al Chile real y al Chile posible”. Iban organizados desde la salida hasta la
meta, finalmente llegaron con más de dos días de camino en el cuerpo, más de doscientas personas llegaron heridos,
pero con la frente en alto, no iban por limosna iban por lo que se habían
ganado a costa de sacrificios.
La marcha fue calificada como un acto heroico,
Valparaíso se volcó a esperarlos, los dirigentes cansados llegaron a dialogar,
los otros a cumplir con un sueño y conocer el mar.
El Congreso finalmente aprobó lo solicitado, la
expropiación del terreno ¡Por fin, después de tanta lucha y sacrificio!
Pero otro problema ensombrecía el horizonte de
Esperanza Andina.
“Rotos entre
ricos”
Ahora tenían que desarmar todas sus mediaguas y buscar
un lugar provisorio mientras les construían las viviendas definitivas, el lugar
tenía la capacidad de albergar sólo a 600 familias, por lo que 200 familias
quedaron tristemente en el aire. Las
autoridades buscaron un lugar para ellos, quedando ubicados cerca de un
exclusivo condominio, lo cual sería temporal, nuevamente los pobladores con sus
propias manos urbanizaron el terreno para vivir de manera digna, pero los
indignados exclusivos presentaron un Recurso de Amparo para que no pudieran
vivir ni cerca de ahí.
Nuevamente y después de tantas estrecheces y
sacrificios más de 200 familias no tenían donde ir, pero esa fuerza que emerge
de la necesidad los llevo a tomarse la calle frente a la Municipalidad, el
Alcalde se vio en la obligación de habilitarles el estacionamiento para que
nuevamente estas 900 personas armaran sus humildes viviendas carentes de todo
lo básico que se puedan imaginar, como aún molestaban la visual de los
exclusivos mandaron levantar un muro para tapar las pobres casas de maderas,
casas que ni sus mascotas usarían.
Abriendo el
corazón
¿Qué harían estos ciudadanos estigmatizados? Quizás
como muchos lo harían planificaron la venganza, pero fue una dulce y amable
venganza, demostrando así que la clase no está en el apellido, el sueldo o la
posición social, la clase se lleva en el alma…y así con sus casi extintos
ingresos invadieron las hermosas casas dejando flores con una notita amable a
los dueños de casa. Para algunos de éstos, como es de esperar, no significó
nada. Pero para otros fue una clase magistral de amor.
“La pobreza se percibe distinta, cuando el pobre eres
tú”
Después de muchos días, meses, años los pobladores
celebran en los tijerales de lo que será de ellos y para siempre, recordando a
aquellos que ya no están, pero que lucharon codo a codo para mantener viva la Esperanza
Andina.