El invierno terminó

Las horas pasan como remolinos levantando todo a su paso, llevándose sueños y vidas, dejándonos años y penas. Si miro hacia atrás y sumo todas las horas, días, semanas y meses que han pasado desde que a duras penas decidí levantarme y cambiar, desde el día en que me cansé de estar triste por dentro y feliz por fuera, cuando decidí que las arrugas que marcarian mi rostro NO serían las del gesto fruncido por la pena y el dolor, desde ESE día en que empecé arrastrarme, para luego levantarme y por fin caminar, he comenzado a ser fuerte OTRA VEZ.
En el camino me he encontrado con algunas igualitas a mi, pero se han dejado vencer y aprendí que no me importa ganar, pero tampoco SE perder. Así es que aquí estoy mirando tus ojos aunque te escondas en lugares que desconocia de mi cuerpo, ya no te temo.
Otras más valientes que yo, se organizan y dan lucha sin cuartel en hospitales y juzgados, ellas me enseñaron que el dolor da la fuerza que a veces le falta a la razón.
Alguno por allí me enseñó a disfrutar de mi compañía y a querer el reflejo que se marca en mi espejo.
Mientras otros tantos me enseñan que un buen día comienza con mi respiración, así es que mientras respire no volverá a haber ni un sólo día negro...todos serán azules, mi color favorito. El invierno, se acabó.