viernes, 8 de marzo de 2013

Nostálgia

Hummm, recién estoy despertando del sueño y reposo que me provocaron las vacaciones, hacia tiempo que no tomabamos unas vacaciones que nos trasladarian varios miles de kilometros hacia el norte.  Primera escala Santiago, de ahí en avión a Iquique llegamos a casa de mi primacha María Coté,  Ariel y hasta ese entonces Renata que aún estaba en la guatita de su mamá..luego Arica y cruzamos la frontera (legales, ojo), hasta ese momento vi una que otra cara larga, soy una absoluta convencida de que el norte siempre, siempre te da una cachetada la primera vez que pisas el desierto.
Yo ya habia pasado el trago amargo cuando nació mi sobrino Daniel de 20 años ya, llegamos con mi mamá a conocerlo el día que nació, llevamos por encargo de mi cuñada el segundo y tercer nombre del bebé.  Nicolás por parte de mi madre y Maximiliano por la mia, de no ser por mis sobrinitos hubiera salido corriendo devuelta a mi casa en el acto.


Pero esta vez, lo amé......
El desierto,  con sus miles de tonalidades, imperceptibles para quienes añoran el verde.  El desierto y sus lejanos ecos que gritan a mis pies que hay mucha vida latiendo entre la arena pujando por nacer. El desierto,  lleno de misterios desde sus primeros habitantes que aún pueblan en silente espera sus arenas pardas y espesas.
El desierto, tierra de ambiguedades ... lleno de riquezas, tristezas y miserias.




1 comentario:

  1. lindo ...eso es el desierto.Una vez más logras llegar al alma de uno que conoce el árido norte de Chile.

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Cuida tus palabras, me pueden doler