Hacia ya algún tiempo que era la completa soberana de Mi cuerpo y mi tranquilidad, pero éste despreciable y cizañero enemigo me despertó justo para que yo me fuera dando cuenta de como se llenaba mi cuerpo de dolor. He intentado buscar alguna explicación a mi nuevo día y hoy cuando alguien por ahí me preguntó cómo estas?, traté de contarte cómo se sentía y me apareció una hipótesis nueva:
" Estoy como si me hubieran dado de palos o apaleado, según me versión del español, como si... ¿haber? ¿cómo te explico? ahhh!ya.... como si Iván me hubiera dado alguna pastilla para dormir y luego me hubiera golpeado con la guía de teléfonos de todo el planeta, pero sobre la ropa de cama ¿entendiste?"
Después le di dos vueltas a mi teoria y la deseché por "mal pensada", pues
1º Iván es lo menos agresivo que hay.
2º lo único que tiene en pastillas es un frasquito con olor a vitaminas (lo revisé)
3º No tenemos guia telefónica, si no tengo un número llamo al 103.
4º y por último, pero no menos importante para derribar mi propia teoría, es que soy tan, pero tan friolenta que aparte de las sábanas, frazadas y cubrecamas tengo dos (si leyeron bien) DOS plumones, lo que impediría que pasara cualquier golpe sobre cualquier parte de mi alicaida anatomia.
Por lo antes expuesto, he llegado a la conclusión de que la explicación a mi dolor no va por ese lado, así es que seguiré pensando qué podria ser.
Mientras tanto Ivancito, si lees ésto son sólo delirios de una mente adolorida y/o afiebrada. Pero por si las moscas Nunca, nunca, pero nunca tendremos una guia de teléfonos...pa' eso tenemos el 103.