jueves, 6 de marzo de 2014

Los rastros de mi amor

Iba pasando por estos lados, es decir en el ciber espacio, frente a mi compu y se me ocurrió echarle un vistazo a éste tremendo y entretenido blog, me pregunto ¿quién será la "escribidora"?    Dejándome  de tonterías hay ocasiones en que disfruto mucho leyendo mis viejas historias y en ocasiones si no  reconociera a los personajes y los hechos vividos pondría en tela de juicio mi propia autoria  ¡que loca!

Al final, una de las pocas cosas que puedo rescatar de esta ?%$#"!!! enfermedad,  es que me ha permitido tener ésta,  mi ventana al mundo,  donde de una u otra forma puedo expresar lo que siento y lo mejor,  puedo ir dejando un registro escrito de las historias que se han ido tejiendo y  anudando, y yo  he ido exponiéndolas aquí donde ustedes las puedan leer.

 Pero lejos lo que más amo es la opinión de mis niños cuando me leen o cuando me piden que mejor aún yo se las lea..muchas son sus propias historias y sonrien asintiendo, sí yo dije eso.  Hace poco Cristóbal le hizo una broma a Joaquin y me repitió con mucho detalle todo lo que hizo para que pudiera publicarla en mi blog, que lindoooo !!!  aún no la escribo, seguro me la cobrará, pero ese pequeño detalle me hace sentir tan grande.
Así es que ven ... no todo es tan malo como parece, si no fuera por esta condenada "#&&&//?? enfermedad yo no andaría bordando de historias la vida de mis niños y dejandoles  para cuando ya no esté los rastros de mi amor.

2 comentarios:

  1. que lindo es tener esta puerta que te lleva a encontrarte con las cosas triviales y convertirlas en un obra maestra como lo haces tú amiga.
    Te admiro y respeto por toda tu capacidad para sintetizar momentos y acciones que lo trasladan a uno pobre mortal al más exquisito mundo de los sueños.
    ¿Cómo estuve?

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  2. Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Los rastros de mi amor":

    que lindo es tener esta puerta que te lleva a encontrarte con las cosas triviales y convertirlas en un obra maestra como lo haces tú amiga.
    Te admiro y respeto por toda tu capacidad para sintetizar momentos y acciones que lo trasladan a uno pobre mortal al más exquisito mundo de los sueños.
    ¿Cómo estuve?

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Cuida tus palabras, me pueden doler