martes, 12 de octubre de 2010

La vida que te tocó vivir


Hoy me levanté con ganas de vivir otra vida, planifiqué un viaje en solitario, mi objetivo seria ser tú y vivir la vida que te tocó vivir ...no pensé que el viento me llevaría tan lejos, no me di cuenta hasta que una fuerte inspiración me llevó hasta tu interior, cuando abrí los ojos sabia que no era yo y que tú me enseñarías lo que es el verdadero dolor.

Al levantarme quería ver tu rostro en el espejo, pero la triste habitación no tenia nada más que pobres paredes de barro y el piso de tierra que se pegaba en mis pies, la piel oscura de mis manos me dio indicios de lo lejos que había llegado en mi recorrido. El cielo aún no desparramaba su gloriosa paleta de colores en el horizonte, y yo debía caminar varios kilómetros para encontrar un poco de agua, a mi lado un niño escuálido y hambriento a penas se movía...era mi niño... entonces recordé lo sanos que están los mios...mi primer nudo en la garganta, pero no puedo llorar..mi niño se muere y aquí no hay a quien llamar, no hay dónde ir...voy por el agua, sólo me queda herbir unas raíces que poco harán por su vida...afuera el viento levanta columnas de tierra que no me dejan ver, ahora entiendo porque me arden los ojos. Camino a tientas, no quiero seguir, pero me esperan. tengo hambre...en mi casa yo llamo hambre a ese dolorcillo que me da entre las 7 y las 10, en cambio aquí
el HAMBRE me consume, ya no tengo curvas que le den las formas a mi cuerpo, miro mis piernas y me recuerdan mis 11 años, pero ahora tengo 26.

Vuelvo a mi hogar, no hay oficina, ni colegio, ni nada para comer porque aquí sencillamente ya no hay nada, ni madre, ni padre, ni hermanos, ni esposo y pronto tampoco estará mi mayor tesoro, mi niño otrora hermoso, se despide de la vida con la mirada perdida, ya no sabe quien soy yo.

Me muevo despacio, perdida en el dolor, no sé si es el sol calcinante o la pena la que no me deja respirar, me ahogo, intento escapar, pero estoy atrapada, atrapada en otro cuerpo, en otro dolor y despierto con un grito que me ahoga el alma y me aturde los sentidos, no puedo dejar de llorar...yo sólo estoy cansada, sólo tengo dolor físico, no tengo razones para quejarme.

Millones mueren por nada, si porque no tienen nada...mientras otros miles se quejan porque el filete no está a punto, porque su camisa favorita no fue planchada o porque la amiga se atraso para ir de compras.

Hoy ya no quiero vivir otra vida, quiero vivir mi vida y quiero hacerlo con la mirada en alto, la sonrisa amplia y las gracias eternas por tener lo que necesito para estar feliz, que finalmente es mucho menos de lo que siempre deseamos.

1 comentario:

  1. Poly:Lo encuentro extraordinario,estoy sorprendido de tu narrativa onirica,pero,con un realismo que cautiva.¿Cuantas veces hemos tenido ese temor y no sabemos como expresarlo?quizás una minima observación y me perdones por mi osadía al mencionarlo,es que si "...vuelves ......y no hay colegio,ni oficina,...ni nadie..",tampoco hay hogar,no tienes nada,no te queda nada,eres tú y la nada.Te felicito profundamente.MG

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Cuida tus palabras, me pueden doler