sábado, 22 de octubre de 2011

Mafalda

Ayer mi nueva amiga con FM estuvo todo el día en cama, el dolor le impidió disfrutar de un día de sol, el dolor y la depresión por perderse el mágnifico día que hay afuera de sus cuatro paredes, lleva varios meses de terapia, pero aún así su depresión aumenta con cada día de dolor. No tiene ni siquiera 30 años y está mirando la vida pasar desde su cama ¿qué se hace cuando uno está así?. Al final uno permite que el dolor la bloquee y le quite la escencia de la vida, el dolor quita las ganas de vivir. A mi me apena pensar que estuve así y que de tanto en tanto vuelve a apoderarse esa misma sensación de decir adiós, hasta aqui llego yo y decir como dijo la Mafalda como chiste....paren el mundo que aqui me bajo yo.

Pero saben una cosa.... yo NO me voy a bajar.

jueves, 20 de octubre de 2011

Aunque el cielo esté azul y llenito de flores

Que bueno que un día decidí tomar mi cuaderno de tapas duras y comencé a escribir y describir cómo me sentía, hablo en pasado porque con el tiempo el dolor se siente distinto o tal vez sea igual, pero hoy yo he cambiado. Ahora, es con menor frecuencia que el dolor se me transforma en pena, esa que se me pega en los huesos y me hace ver el cielo gris aunque luzca azul, brillante y llenito de flores.
Ahora puedo contarte Jessica que la pena, la incertidumbre y la rabia que sentia al no saber lo que me pasaba, se fue. Que el cansancio que me tumbaba es menor; que ya no me concentro todo el día revisando en que parte del cuerpo siento más dolor; que en las mañanas que son muy malas salgo despacito de mi cama con el firme propósito de no quedarme en ella, pues sé que al rato estaré un poco mejor.
Aprendí que las arrugas que te marcan el rostro son buenas y bonitas si son por la risa, que el ceño fruncido aleja hasta el más leal, que las quejas aburren, que el inconformismo envenena, que revelarse hace bien, pero por un segundo. Que vivir en positivo te hace revivir y después de eso volver a vivir, que creer en el amor de Dios, quien no causa mis males, es la base para llenarme de esperanza y seguir, seguir día a día peleándole mi espacio al dolor, ese espacio donde tengo el derecho de sentirme feliz, plena y querida, recordándo que también tengo la obligación de contribuir a ser feliz, plena, querida y mirar éste cielo y verlo azul y llenito de flores.