lunes, 13 de mayo de 2013

Que pase luego

Una trata de seguir a pesar de cualquier cosa que pueda ocurrir, pero después de varios días de dolor como que se pierde el norte.   Es complicado no querer parar y enrollarse en uno mismo y querer estar nuevamente en el seno de mi mamá quien con susurros y caricias suaves calmaba cualquier dolorcillo de esos pasajeros.  Lástima por mi !!!  éstos dolores llegaron para quedarse y cada vez con más intensidad.

3 comentarios:

  1. Solidarizo contigo querida escritora, yo siento un dolor también. Pero no es físico, no se cura con ningún analgésico conocido, si alguien duda de que los seres humanos tienen un alma, yo le puedo contar que es así, que también duele… ojala alguien invente alguna pastillita de .. “inconciencia” o dosis concentradas de “No me importa”.. Creo que muchos las compraríamos… para ti un abrazo y mucha fuerza… ya va a salir el sol para ti…

    ResponderEliminar
  2. Paola...
    Hace mucho tiempo que no hablamos... Debo decir que me siento como tú siempre. El dolor ahora se convirtió en mi acompañante. Tengo muchas cosas que contar.. Un abrazo a la distancia desde Talca...
    Jessica V

    ResponderEliminar
  3. Que pasa con tu optimismo pegajoso, que pasa con esa luchadora porfiada, que pasa con la única lectora de mis bloggeos que han detenido su producción. Tú no me puedes abandonar en el mundo virtual de los bloggeros. Dale que se puede.

    ResponderEliminar

Cuida tus palabras, me pueden doler